sobre la reforma de la ley de propiedad intelectual los hechos, la sensación de abuso, la realidad y la codicia de los que dicen «siempre ganamos algunos euros» (con tarifas, ojo) superan los límites de la cordura y nos dejan en una triste situación en la que nadie desde los poderes públicos esos que se votan cada cuatro años (y que merecen ser botados, ya) va a defender al ciudadano de a pie (a ti y a mi, vamos).
en los comentarios de todos esos post que enlazo proponen muchas acciones, yo me quedo con la insurrección wireless
Sólo merece llamarse libre aquel pueblo dispuesto a desafiar leyes injustas, sólo merecen ser libres los ciudadanos dispuestos a conquistar sus derechos. Las leyes que se redactan a espaldas de la sociedad nacen muertas: la fuerza de los hechos se impondrá por su propio peso, mediante un acto esencialmente libre y pacífico: compartir.
Redes abiertas, redes libres. Insurrección sin hilos: basta dejar todas nuestras conexiones permanentemente abiertas. Compartiéndolo todo, conexiones y archivos, jamás podrán perseguirnos a todos.
Los bienes en disputa, información y conocimiento, son etéreos, al igual que las leyes, pero sus destinatarios son seres humanos de carne y hueso. Su territorio de batalla es la Red. La partida será larga, pero sólo puede tener un final.
Y no serán tablas.
en otros sitios ya han aprendido, y empiezan a utilizar el menos común de los sentidos, el sentido común:
- BBC: «File sharing is not theft», La BBC pide disculpas por acusar de ladrones a quienes comparten ficheros
- El Gobierno francés renuncia a castigar con cárcel las descargas p2p: En una comparecencia parlamentaria, el titular de Cultura reconoció que «no es normal que las descargas puedan suponer penas de prisión a un internauta».
en fin, de todos modos, da un poco igual…. al menos a mí, que llevo mucho tiempo sin comprar música original. pienso como fuckowski:
«Nos dice la IFPI que “aproximadamente tres de cada diez discos en España, son piratas”.Pues yo tengo un dato aún más alarmante: nueve de cada diez son una mierda.»